Código 14 – Error y Razón

Código 14 – Error y Razón

junio 28, 2018 Desactivado Por Niño Nuevo

«Es claro razonar sobre cosas que ocurren durante la vida de los hombres. Algunos creen que el dolor que te somete y te hace blasfemar, no es más que una forma de probarte por Dios. Yo os digo: el dolor es necesario para el hombre -de paso por este planeta no como acción probadora de Dios, sino necesario para moldear al individuo en acción depuradora de su propio error, tanto presente como pasado. Aquí el karma funciona con toda su perfecta armonía como Ley equilibrante y con matemática precisión.

Por lo tanto, aprende a superar y reivindicarás tu espíritu, sin caer en agonías que sólo alargarán tu sufrimiento. No tomes contra otros, represalias, al no saber y poder comprender lo que te ocurre. Más bien, súmate a la legión de los que buscan, de los que aprenden, de los que comprenden y de los que usan la razón y la justa interpretación de lo que ocurre.»

La razón sometida a la mente cultural, al patrón de conocimientos y tradiciones adquirido como personalidad cual heredera de tradiciones, miedos e ignorancia, siempre va a dar tumbos sobre los karmas que “aquejan” al hombre ante el dolor que este produce. Sucede por no comprender que este dolor es necesario para la forja del espíritu como lo vimos en el código 11 de Ley de Karma y Darma. Vivir el dolor que puede ser ocasionado por otros sin comprender esta Ley, nos haría reaccionar con odio y venganza que es la muerte que enseñó Jehová a su pueblo cuando dijo: «No lo compadecerás: vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie” (Deu.19:21).

Entonces debes comprender: si tienes un karma, ¡es necesario que lo tengas! Así se forja tu espíritu y el dolor se hace edificante, pues es su verdadero propósito. El amor también edifica, mas el hombre por su ignorancia de la Ley, aprende con dolor a caminar en Ella y el amor al reconocerla y cumplirla. Es claro entonces, que al reconocer el karma y aceptarlo, el hombre se dispone a aprender de la situación, a caminar en la Ley , y al hacerlo, el dolor se disipa y llega el aprendizaje que enaltece su espíritu, le otorga sabiduría y lo conduce por el sendero del Verbo donde se descubre como un verdadero Hijo de Dios.

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