Código 47 – El Gran Descubrimiento

Código 47 – El Gran Descubrimiento

junio 27, 2018 Desactivado Por Niño Nuevo

La claridad del iluminado surge cuando se descubre dividido en mil fragmentos y proyectado en mil individuos diferentes que les son conocidos e importantes para él. Se reconoce en el amigo que anda ciego porque no ha tenido un guía. Se identifica con el padre y con el amigo, con el hijo y con el desalmado, con la madre que ama al hijo y con la que lo aborrece, se identifica con el vicioso y con el bebedor, con el mendigo y con el enfermo que sufre; hace propio el dolor del afligido y del que no tiene consciencia, hace suyo su fracaso”.

Aquí el Iluminado mira hacia atrás y ve en los demás hombres el mundo de vicios e inconsciencia que ha dejado por voluntad propia para nunca más volver. Ahí radica su capacidad para guiar a los demás que quieren salir de él, pues no los desprecia, ve en ellos el reflejo de lo que antes fue y logró dejar para nacer de nuevo como Hijo de Hombre.

Quienes de esa cueva desean salir, seguirán las huellas que les señalan el camino que los conduce por el sendero que el Iluminado logró coronar. Dependerá de cada individuo seguir el ejemplo y la guía para salir de su propia ignorancia y este ES EL AMOR DE LA LEY para con el hombre, porque estableció en su perfección los mecanismos para que los que busquen la verdad puedan llegar a ella gracias a los que ya lo han hecho. Este es el mismo amor por el que Jesús aclaró: “Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.” (Lucas 5:32) Este es el amor del Iluminado (el que siente y vive este conocimiento) por sus hermanos de búsqueda, que revestido de paciencia, amor y comprensión, podrá guiar bajo la misma Ley a los demás; lo lograrán los que se vistan de humildad, los más sabios que el sabio se quedarán rezagados para siempre. 

Así lo enseñó Juan  en la profecía al País del Norte del Sur:

Quien se viste de humildad en la búsqueda, ENCUENTRA SABIDURÍA. 

Quien se llena de bondad, OBTIENE LA DICHA.

Quien se nutre de belleza, RECIBE PERFECCIÓN.

Quien escucha la buena enseñanza y aprende del sabio y del anciano, OBTIENE EL CONOCIMIENTO.

Quien se nutre solo de la verdad, RECIBE EL DON DEL ESPÍRITU.

Quien da amor y observa conducta; SU PREMIO ES LA LUZ DE LA COMPRENSIÓN Y NUNCA ESTARÁ SOLO.

Así pues, SED MAGNÁNIMOS al obtener poder.

SED JUSTOS al impartir Justicia.

SED EQUITATIVOS y no codiciosos al realizar tus negocios.

SABED PERDONAR Y OLVIDAR LA VENGANZA Y SE OS DARÁ LA PAZ.

Sed pues HONESTOS Y PACIFICADORES, hombres DIGNOS Y SENCILLOS.

RENOVAD VUESTRO ESPÍRITU Y RECIBIRÉIS GRACIA DEL CIELO.

Se ha iniciado el tiempo para que brille la justicia, NUNCA HA ESTADO AUSENTE, solo trataron de ocultarla. Ahora el Brillo de la Espada cegará a lo inicuos y desgajará a los hipócritas de sus pedestales».

 

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